quarta-feira, 20 de abril de 2011

Semana Santa-Receta original de pescado y propuestas de vinos para acompañarlo.


Lubinas con fresas y tomates dulces


Ingredientes
-2 lubinas de ración, grandes.
- 1/4 kilo de fresas.
- 4 tomates de pera.
- 200g de membrillo.
- 1 cebolla.
- 1 calabacín.
- Albahaca.
- Aceite de oliva.
- Sal.


Preparación


Se cocinan las lubinas al vapor, retirando posteriormente, las pieles y espinas.
Se hace un tomate frito, con albahaca y el membrillo, se pasa por el chino y se guarda.
Se corta el calabacín en láminas muy finas, se fríe, cuando este frito, se fríen las fresas, unos 30 segundos.
Se presenta, con el tomate como fondo de plato, la lubina encima y las fresas y calabacín como guarnición, el objetivo es combinar el sabor dulce del tomate, con el sabor de fresas, rebajada su acidez, por le fritura.


Propuesta de vinos para comer pescado.


La creencia popular dice que, como pescados y mariscos son más ligeros de color que otras carnes, deben ser acompañados por vinos blancos, usualmente Chardonnay y Sauvignon Blanc. Si bien estas uvas suelen ser excelentes compañeros para muchos pescados y mariscos, hay algunas opciones de vino tinto que pueden ser incluso mejores para acompañar ciertas preparaciones.
Estos son algunos consejos de combinaciones distintas a lo tradicional, y al final listamos algunos vinos sugeridos para que experimente con este nuevo conocimiento:

No hay nada más festivo que los vinos espumosos, particularmente el Champagne, para celebrar alguna ocasión especial. Los vinos espumosos pueden complementar la comida completa, desde los aperitivos de marisco, hasta el plato principal y el postre. Es un clásico con ostras crudas. Para mariscos y pescados con salsas cremosas o platos orientales especiados, los vinos espumosos son una opción excelente. De hecho, cuando los ingredientes son tan complejos que la escogencia del vino se convierte en un problema, un Champagne es la solución.

Los vinos a base de la uva Chardonnay
tienen un sabor graso, casi mantequilloso. El mejor complemento sería cualquier marisco o pescado con alguna salsa cremosa o a base de mantequilla. Determinar los sabores característicos de las comidas y buscarlos en el vino normalmente es garantía de éxito para un buen maridaje. Las mejores opciones de pescados para esta uva serían langosta, cangrejo, atún, pez espada o tiburón. Otros pescados ligeros pueden combinar bien con Chardonnay, siempre y cuando la salsa sea lo suficientemente intensa.

Sauvignon blanc es un vino más ligero de cuerpo, más fresco en boca, con sabores que recuerdan hierbas frescas, zacate verde y cítricos. Esto lo hace el compañero ideal para mariscos y pescados preparados de forma sencilla o fríos. Camarones, ostras, almejas, mejillones y pescados ligeros como el pargo, la corvina o tilapia, con salsas simples a base de vino y hierbas frescas, será una combinación sin igual con un Sauvignon Blanc.

El Riesling alemán es ligero, sutilmente dulce, con fresca acidez. Esto lo hace perfecto para complementar scallops, almejas, camarones grillados, calamares, trucha u ostras horneadas o ahumadas.

Vinos rosados
como los White Zinfandel y otras versiones menos dulces pueden tener su lugar acompañando pescados y mariscos. Los dulces sabores frutales son el balance perfecto para preparaciones especiadas. También quedan muy bien con salsa barbacoa y otras salsas a base de tomate; pruebe un salmón con salsa teriyaki o camarones al estilo Cajun con vinos rosados frutosos.

Los vinos tintos
también pueden ser combinaciones recomendadas para mariscos y pescados, siempre y cuando sean de cuerpo ligero a medio, bajos en taninos y sean servidos con pescados más grasos y consistentes como el salmón, esturión, atún, tiburón y pez espada, preparados de preferencia asados o a la parrilla. Las mejores opciones siempre serán Beaujolais, Pinot Noir, y Merlot.

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