Si los conductores tuvieran que cambiar de medio de transporte, su primera opción sería la bicicleta. Eso es lo que respondieron los usuarios de coche en un estudio en la ciudad de Graz. Un 11 por ciento de ellos pedalearía, ocho de cada cien caminarían y un seis por ciento usaría el transporte público. El resto no se movería de casa sin coche.

La bicicleta también es objeto de deseo por su vínculo con la infancia. En Austria 33 de cada cien niños quieren ir al colegio en bicicleta, solo lo hace un tercio de los mismos. Sus padres tienen miedo. Ese miedo ha hecho que en Estados Unidos casi la mitad de los chavales, 48 por ciento, vayan al colegio en coche. En 1969 esa era casi la cifra de los jóvenes que iban en bicicleta a clase.
El cambio en la movilidad ha venido acompañado de otro físico: la tasa de obesidad infantil rozaba, hace dos años, el 20 por ciento en el país americano; el triple que hace cuatro décadas y la mitad que en España donde un 45 por ciento de los niños entre 6 y 9 años tiene sobrepeso. Quieren pedalear, no les dejan y encima engordan. Así es normal que cuando vean una bici se remueva algo en el interior.
Cuando alguién piensa en montar en bici se le nubla la vista con sudor, esfuerzo y tiempo. Cuando la prueba se da cuenta que no requiere tanto estrés físico y que es más rápida de lo que pensaban. Esto les pasaba a la mitad de los conductores que, por diferentes motivos, dejaban de usar el automóvil en Holanda. Además se daban cuenta de que era más cómoda de lo que aparecía en su mente.
No hay duda, la mayoría quiere usar la bicicleta. Para todos ellos, un consejo: Déjate llevar; está claro que, en el fondo, te va a gustar.
Fuente:EL PAIS
La bicicleta también es objeto de deseo por su vínculo con la infancia. En Austria 33 de cada cien niños quieren ir al colegio en bicicleta, solo lo hace un tercio de los mismos. Sus padres tienen miedo. Ese miedo ha hecho que en Estados Unidos casi la mitad de los chavales, 48 por ciento, vayan al colegio en coche. En 1969 esa era casi la cifra de los jóvenes que iban en bicicleta a clase.
El cambio en la movilidad ha venido acompañado de otro físico: la tasa de obesidad infantil rozaba, hace dos años, el 20 por ciento en el país americano; el triple que hace cuatro décadas y la mitad que en España donde un 45 por ciento de los niños entre 6 y 9 años tiene sobrepeso. Quieren pedalear, no les dejan y encima engordan. Así es normal que cuando vean una bici se remueva algo en el interior.
Cuando alguién piensa en montar en bici se le nubla la vista con sudor, esfuerzo y tiempo. Cuando la prueba se da cuenta que no requiere tanto estrés físico y que es más rápida de lo que pensaban. Esto les pasaba a la mitad de los conductores que, por diferentes motivos, dejaban de usar el automóvil en Holanda. Además se daban cuenta de que era más cómoda de lo que aparecía en su mente.
No hay duda, la mayoría quiere usar la bicicleta. Para todos ellos, un consejo: Déjate llevar; está claro que, en el fondo, te va a gustar.
Fuente:EL PAIS
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