quarta-feira, 25 de setembro de 2013

Viajar...Brasil

A los pies de los Pirineos brasileños

Los conquistadores portugueses llegaron buscando oro hacia 1725 y no tardaron en tener éxito. Hoy, Pirenópolis, en el Planalto Central del país americano, ha alcanzado un nivel de riqueza y bienestar que suma encanto a su visita, en la que no puede faltar un homenaje culinario.El nombre de Pirenópolis llegó en 1890.

Quien vaya a Brasilia y quiera conocer cómo era esa parte del país, más conocida como el Planalto Central, hace casi 300 años, se puede acercar a las estribaciones de los Pirineos, las montañas más altas de la zona. En realidad, no alcanzan ni los 1.500 metros, pero para los primeros bandeirantes o conquistadores de origen portugués debían de representar lo más parecido a esa cordillera de la Península Ibérica que sólo conocían de oídas.
Llegaron buscando oro hacia 1725 siguiendo el rastro de los descubrimientos del preciado mineral en los actuales estados de Minas Gerais y Mato Grosso del Sur. No tardaron en tener éxito. Pocos años más tarde, ya se había fundado una villa llamada Minas de Nossa Senhora do Rosário Meia Ponte. Y muy pronto, las orillas del río de las Almas se llenarían de iglesias, palacios y calles empedradas. Tampoco tardarían en crearse grandes fincas e ingenios por todo el entorno, consiguiendo, gracias a una creciente mano de obra a base de esclavos, enormes cosechas de caña de azúcar y algodón.

 Hay decenas de posadas con encanto como éstas:

Villa do Comendador (Tfno: 0055 62 3331 2424). A un kilómetro del centro, es una de las mejores posadas de la zona. A partir de 235 reales.

Pousada dos Pireneus Resort (Rua do Carmo. Tfno: 005562 3331 1345). A sólo 300 metros del centro histórico, cuenta con piscina, un gran jardín y habitaciones muy cómodas. A partir de 235 reales.

Posada do Cavaleiros
(Tfno: 0055 62333 11570). Resort de lujo a tres kilómetros del centro histórico, en plena naturaleza, con piscina y spa. A partir de 250 reales.
 


Donde comer:

 Explorar la Serra do Pirineos y sobre todo sus cachoeiras, como la del Rosario, la más asequible y una de las más espectaculares.

Vivir la noche de Pirenópolis a lo largo de la calle Rosario.

Comprar artesanía e sus mercadillos y tiendas especializadas.

Seguir la ruta de las Ciudades del Oro del estado de Goias.

Fonte:ocholeguas.com
 

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